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blog de ZYX3D

R.E.D. (II): Uno de matar marcianos

 La vieja GeneraciónEl espacio: la última frontera. Estos son los viajes de la nave estelar Entreprisas, con la misión continua de explorar viejos y remotos mundos, explotar nuevas formas de vida y expoliar nuevas civilizaciones, tener las narices de ir allí donde nadie ha tenido nunca ningún motivo para ir. Bueno... las palabras exactas del almirante Walshingham fueron "¡Coja su maldita nave y piérdase!". Ésta es aquella serie que siempre hay tres que están en un planeta y se muere el cuarto, el de la camiseta roja. Las aventuras del capitán Kitsch, propenso a rasgarse las vestiduras; el Doctor Spork (catedrático de Filatelia y Colombolofilia), un mestizo mitad cuchara mitad tenedor del planeta Vulgario; el señor McCoy, médico de la nave que no terminó la carrera; el ingeniero Scottish, muy ingenioso cuando no está borracho; el cabo capitán Suru ("alcornoque" en japonés de Sant Climent Sescebes, Catalunya), el teniente sargento Tolstoi Dostoyesvski, unos 200.000 extras prescindibles, ¡y una raza alienígena de regalo cada semana!

Es el mundo de la serie... ¡ESTAR TRES: LA VIEJA GENERACIÓN!

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El Regreso del Escuadrón Decrépito (I): La corté de Camellot

Era día de fiesta en la Corte del castillo más famoso del mundo, edificado sobre los restos de un gigantesco camello bacavés: el perínclito, ebúrneo y churrigueresco castillo de Camellot. Allí se reunían los caballeros del Rey de los brutones, el gran (por lo menos en perímetro y apetito) Harturo Pentragón. La mayor de sus salas (del castillo, no del rey) estaba presidida por la Mesa Quiliagonal de mil lados. (Originalmente debería haber sido redonda, pero los carpinteros de la época y la épica no dominaban mucho el número Pi, así que optaron por hacer una aproximación.). Allí se reunían los Caballeros de la Mesa Quiliagonal (cuando no se reunían en el O'Finnegan's a tomarse unas pintas, claro), cómodamente aposentados de perfil, porque los lados medían apenas medio palmo. En cada reunión todas las sillas acababan llenas, salvo la Maldita Silla, en la que sólo podría sentarse el más esforzado de los caballeros. (No pueden hacerse Vds. idea de lo incómoda que era. De veras que no.)

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El programa que dice A: ¿primer homebrew en Pesepe para MSX?

Éste no es propiamente un port, sino más bien una variación sobre El Programa que Dice A. No hace lo mismo que el Programa Que Dice A, aunque se le parezca superficialmente.

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El programa que dice A

A medida para la PSP. Curiosamente, ocupa más en zip que sin (1,67 KB frente a 1,57). Hay versión online.

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